miércoles, 15 de julio de 2015

Historia de un hogar: Reformas

He decidido abrir una nueva sección para contar lo entretenido que es todo esto de comprarse un piso y ponerlo a punto. Además, como os dije en un post anterior, así aprovecho el tirón y os cuento cosillas por aquí, porque esto va para largo...

Es tanto lo que llevamos (y lo que nos queda, madre!) que no sabía con qué inagurar esta sección. Hay mucho donde elegir... pero he decidido centrarme en el problema que ahora nos ocupa: los albañiles, electricistas, escayolistas, fontaneros, pintores y toda esa fauna que me quita las ganas de hacer reforma ninguna.


Una de las cosas bonitas de comprarte un piso ya construido (aunque nosotros nos metimos en este embolado cuando aquello era una bonita parcela llena de hierbajos, no tuvimos posibilidad de decidir nada, o casi nada, sobre la vivienda) es que hay muchas cosas que vienen por defecto.

Y digo por defecto, porque me gustaría saber qué se fuma el arquitecto, o el aparejador, o el albañil, o a quien le corresponda... antes de diseñar y decidir la colocación de ciertas cosas.

Por ejemplo, los enchufes de la cocina, casi todos a 50 cm del suelo. Salvo que ponga una cocina para David el gnomo, es obvio que todos quedarán por debajo de los muebles, por lo que mi única opción para enchufar una mísera freidora es instalarla dentro del mueble... o sacar bonitas alargaderas desde los mismos.

Otro ejemplo, poner un radiador justito al lado de la toma de la tele, fastidiándome el testero más bonito de mi salón. O cambio el radiador, o cambio la toma de la tele, o vemos la tele así como esquinada... eso si, mi televisor no pasará frío en invierno.

Podría contaros algunas maravillas más del diseño del piso que, aunque a mí me encanta y en general no me quejo, son dignas de reseñar públicamente, a ver si el responsable me lee y me las explica, porque yo no las entiendo.

El caso es que, aunque no me apetece ni mijita meterme en excesivos embolados, es obvio que tenemos que hacerlo. Si, aunque haga 40 grados. Aunque nos cueste más de una pelea. Aunque no encuentre ni un sólo profesional que me guste...

Porque esa es otra. Me he dedicado a apuntar referencias de amigos, familiares, conocidos y demás para no meter en casa a cualquiera y encontrar gente que trabaje bien... Yo estaba superconfiada y motivada, venga que esto es una semanita, nena!! Hasta ayer.

Cuando me aparecen en chanclas y bañador a verme lo que hay que arreglar (que lo comprendo, que hace calor, pero que yo no estoy en bikini aunque me apetezca...), cuando me preguntan cuánto me ha costado el piso (y a tí que te importa, muchacho?), cuando me dicen que para cambiarme un enchufe de sitio me tienen que hacer rozas en otras tres habitaciónes...

Vamos, que sí, que he hecho una selección admirable de profesionales. Empiezo a pensar que soy yo, que me estoy volviendo una tiquismiquis, o que son ellos, que me ven cara de pardi, porque si estos son los recomendados...

Hoy seguimos con la búsqueda, y mañana, y pasado... y que vayan llegando presupuestos y que nos vayamos partiendo de risa, porque si al menos me dicen que me pintan todo el piso por 100 euros... ahí igual les damos una oportunidad, jiji!

Lo que yo te digo, yo debí nacer rica, y poder contratar a un personal shopper de esos para que me arregle el piso entero y me llame el 15 de septiembre con todo arregladito. Es que soy muy poco arreglada yo para estas cosas... ains!


4 comentarios :

  1. Esta sección tiene buena pinta, así podrás desahogarte y despotricar de algunos "profesionales".
    Ante todo, paciencia, y poco a poco. ánimo. muak

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Desde luego, paciencia estoy desarrollando en dosis infinitas... y eso que yo no la traía de serie, jajaja!
      Un besote!

      Eliminar
  2. Buenoo...la sección te va a dar mucho que contar!! "con obras y a lo loco" jj
    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uy, no te imaginas lo jartita que estoy... jajaja!
      Besotes!

      Eliminar

Gracias por tu comentario!!